La impresión serigráfica, una de las técnicas más ancestrales en el mundo de la impresión, consiste en transferir imágenes mediante una malla o pantalla especial, lo que posibilita la creación de diseños personalizados en una variedad de materiales. Esta técnica permite la impresión en tintas planas y cuatricromía en una amplia gama de sustratos, incluyendo PVC, polipropileno, aluminio, cristal, cartón, cartulina, vinilo, adhesivos, textiles y más. La versatilidad de la serigrafía abre nuevas puertas en la creación de gráficos, envases y señalética para su negocio.

 

Caminamos junto a nuestros clientes por el camino del éxito, comenzando con el diseño, fabricación, instalación y mantenimiento para todo tipo de rótulos, desde la pequeña placa de metacrilato hasta el gran luminoso espectacular, con luz en sus diversas variantes o sin luz en casi todos los materiales imaginables.

 

Somos una empresa dinámica, formada por un equipo de profesionales con amplia experiencia en el ámbito de la rotulación. Abarcamos todos los campos de comunicación visual: diseño, fabricación, instalación y mantenimiento para todo tipo de rótulos desde la pequeña placa de metacrilato hasta el gran luminoso espectacular, con luz en sus diversas variantes (led, neónflex, halógeno, fluorescente, neón clásico, etc.) o sin luz, en todos los materiales imaginables, tanto para el pequeño autónomo como para grandes empresas, nos adaptamos a sus necesidades.

 

11 MOTIVOS PARA CONOCERNOS


01. Porque tenemos mucha experiencia  – aunque seguimos siendo jovencitos.

02. Porque somos muy majetes (o eso dicen nuestras madres).

03. Porque nunca falta el café y las galletas de chocolate.

04. Porque somos muy exigentes con nosotros mismos.

05. Porque creemos ciegamente en lo que hacemos.

06. Porque somos flexibles como una empresa pequeña, con el glamour de las grandes.

07. Porque conocemos las tendencias, algunas veces para romperlas.

08. Porque vamos a todos los eventos del sector que merecen la pena.

09. Porque estamos siempre a dieta.

10. Porque odiamos las fotos de comida en Instagram, cuando no nos invitan.

11. Porque somos nosotros mismos quienes nos decimos “démosle una vuelta más”.

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